Desde el principio de los tiempos, los alimentos han estado en el centro de la sociedad. La humanidad ha hecho todo lo posible para contar con fuentes de alimentación estables y sostenibles. Las personas hemos asumido riesgos, hemos emigrado a territorios desconocidos y hemos cambiado nuestra forma de vida de manera considerable. La industrialización y la globalización han revolucionado la agricultura, con el objetivo de aumentar el rendimiento agrícola y generar economías de escala; en este transitar, se han logrado grandes avances. Pero ¿realmente hemos logrado nuestros objetivos?
Seguridad alimentaria – En 2050, la población mundial alcanzará los 9 000 millones de habitantes, por lo que será necesario aumentar la producción mundial de alimentos en más de un 60 %, si queremos alimentar a toda la población.
Seguridad alimentaria y nutrición – Cada año en todo el mundo los alimentos no aptos para el consumo son la causa de 600 millones de casos de enfermedades alimentarias y 420 000 muertes. Cada año, se calcula que cerca de 600 millones de personas se enferman y 420 000 mueren por ingerir alimentos contaminados. Somos lo que comemos y producir alimentos nutritivos, saludables y seguros es la principal tarea de la industria agroalimentaria.
Cambio climático – Se calcula que la agricultura, la silvicultura y el aumento del uso del suelo generan entre el 20 % y el 25 % de las emisiones anuales mundiales, por lo que repercute en el clima. A su vez, los fenómenos climáticos como la sequía, el granizo, las heladas y las inundaciones impactan negativamente en la producción y el rendimiento agrícola.
Salud del suelo y biodiversidad – Las prácticas agrícolas convencionales han provocado la erosión del suelo generando pérdida de nutrientes, escorrentía, salinidad y sequías. Los suelos sanos y ricos en organismos vivos mejoran la captura y almacenamiento del agua, la resistencia a la erosión, la nutrición de las plantas y la descomposición de la materia orgánica. Por lo tanto, resultan fundamentales para desarrollar un sistema alimenticio resistente y sostenible.
Autosuficiencia local – La pandemia de la COVID-19 hizo que todos nos diéramos cuenta de lo frágil que es el ecosistema alimentario globalizado. Las interrupciones en la cadena de suministro mundial dejaron a muchas personas sin acceso a los alimentos, lo cual ha provocado un fuerte impulso en la creación de sistemas de producción de alimentos locales, sostenibles y autosuficientes.
Subsistencia de los agricultores – Los agricultores son los héroes que producen los alimentos que consumimos. Los agricultores enfrentan muchos desafíos y riesgos como el clima, las plagas o los precios del mercado, por lo que tienen dificultad en lograr una rentabilidad que les permita ofrecer un sustento digno a sus familias. Mil millones de personas trabajan en la agricultura, por lo que mejorar sus condiciones de vida es de gran importancia.
AGRIVI se creó en el 2013 con una visión grandiosa y a la vez sencilla: resolver el problema alimenticio mundial cambiando la forma de producir los alimentos e impactando de manera positiva en más de mil millones de personas.